Capítulo 15- Axel- Mi promesa
Al entrar en
mi casa, veo que mi madre ya está poniendo la comida en el plato y mi padre
está sacando los cubiertos. Bien, no he llegado muy tarde.
-
Hola- saludo asomándome a la cocina antes de ir
a mi habitación a dejar la mochila.
-
Hola, hijo- responden al unísono mis padres.
Cuando vuelvo
a la cocina, llega el interrogatorio de todos los días.
-
¿Cómo te ha ido el instituto hoy, Axel?- empieza
mi madre.
-
Bien, como siempre- me limito a contestar yo.
Y, como
siempre, comienzan con una pregunta trivial y siguen con las más pesadas de
todas. ¿Es que nunca se cansan? ¿Es que se piensan que les voy a contar la
verdad? Si se tienen que enterar ya se enterarán. Siempre se acaban enterando.
-
¿Hoy has tenido algún problema con alguien?-
pregunta mi padre, serio, poniendo los cuchillos en la mesa y mirándome
fijamente a la vez.
-
No, papá. Sabes que prometí cambiar. Y estoy
cambiando. Creí que confiabais en mí- Fingir caras de pena, culpabilidad y
preocupación a la vez son mi especialidad. Siempre se la tragan.
-
Lo siento, hijo. Claro que confiamos en ti. Pero
es que estamos preocupados.
-
Lo entiendo, papá- Mi rostro no cambia.
Mi madre
parece incomoda. Seguro que se siente mal por desconfiar de mí. Ingenuos…
-
Bueno, vamos a comer que si no se va a enfriar
la comida- interviene mi madre poniendo los platos en la mesa.
No hablamos
durante toda la comida. Los Simpson nos tienen demasiado concentrados. Un trozo
de carne a la boca y vistazo hacia la tele. Esa es la acción que repetimos sin
parar. Automáticamente. Pero hoy, algo ocurre fuera de lo común. Mi padre
habla.
-
¿Qué os parece si esta noche salimos a cenar por
ahí?
Mi madre está
inmediatamente de acuerdo con él y no tarda ni un segundo en asentir.
-
Claro. Hace tiempo que no salimos. ¿Qué te
parece, Axel?
-
Genial. Estoy deseando ir.
Mentira. Es
una puta mierda de idea. La peor. Joder. Ahora me voy a tener que pasar toda la
noche con ellos. Adiós a las conversaciones por Whatsapp hasta las tantas de la
noche de hoy. Mierda. Hoy que quería arreglar las cosas con mis amigos… Pero no
me queda otra opción que aceptar. Si quiero que confíen de nuevo en mi tiene
que parecer que estoy interesado en pasar más tiempo con ellos y ese tipo de
absurdeces.
Acabo lo más
deprisa que puede de comer. Me voy a mi habitación y cojo mi Smartphone. Una
solicitud de amistad en Facebook. De Melenie.
¿¿En serio Melanie manda una solicitud de amistad a este?? Ay.... cómo lo va a empeorar...
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