Capítulo 10- Axel- No recuerdes mi pasado…
Melanie esta
cagada de miedo. Sólo hay que ver esos pequeños pasos que da hacia atrás, y su
mirada, que no se queda en un punto fijo ni un sólo segundo. No nos mira, sólo
observa lo que hay a nuestro alrededor.
-
¿No estarás pensando en escapar? Porque no
puedes. Si no te pillamos hoy, te pillaremos mañana. Somos dos, no tienes
escapatoria.
Entonces sí que me mira. Bien, ha captado el mensaje.
-
¿Queréis pegarme?- pregunta, mirándome a mí,
pero es Paula quien responde.
-
¿Es que no ha quedado claro?- la cara de
incredulidad de Paula es tan sexy…
Melanie camina, hacia mí. Como si Paula no existiese para
ella y hubiese sido yo quien le hubiese respondido, vuelve a dirigirse a mí.
-
¿Quieres pegarme, Axel? ¿Por qué? ¿Por todos
esos años que hemos pasado juntos? Des de la guardería, creo recordar… ¿Por
todos esos juegos que inventamos en P3? ¿Por nuestros motes de 5º? ¿Por
nuestras risas de 2º? ¿Por no romperse nuestra mistad en 3º cuando al cambiar
las clases hicimos nuevos amigos? ¿Por esas pequeñas discusiones que tuvimos
porque tan sólo queríamos el bien del otro? ¿Por todo eso? ¿Por todo eso, Axel?
Si es por eso, pégame. Adelante, pégame. Si crees que por todos esos años me
merezco eso, hazlo.
No ha podido hacerlo. Se lo advertí, se lo advertí demasiadas
veces. Respiro rápido, la cólera me obliga a hacerlo. Ella ha hecho que dé
varios pasos fuera de mis casillas. Ella, la hija de puta de la que me quería
olvidar, vuelve aquí diciendo estas ñoñerías. I encima delante de Paula. La
zorra esta se va a enterar.
Sólo nos separan dos metros. Corro hacia ella y no se
aparta, no sale a correr, ni siquiera parece ahora que tenga miedo. La cojo del
cuello otra vez y la llevo conmigo al suelo. Mi mano derecha coge su cuello con
fuerza, muchísima fuerza, mientras mi mano izquierda golpea su cara sin cesar.
Su nariz sangra. Su labio sangra. Su ceja sangra. I su cara esta roja, toda su
cara va a ser un puto cardenal dentro de unas horas.
-
¡Dale, Axel! ¡Que esa gilipollas aprenda!- Paula
ríe y eso me motiva aún más para que le siga pegando.
A los treinta segundos de puñetazos y de intentar ahogarla,
sus ojos se cierran. Deja de respirar. La sangre sigue manando de su cuerpo
pero ya no respira. No puede ser. Retiro mis dos manos de su rostro. Me separo
de ella. Su cara, detrás de ese rojo intenso, empieza a ser morada. No se
mueve. Pongo mi dedo debajo de su nariz y todo se confirma, no respira. Mi
cuerpo tiembla, suda y arde de miedo. No puede ser, es imposible. No puedo
haberla matado. ¡ES IMPOSIBLE! Lloro. Lloro y me llevo las manos a la cara. La
he matado… La he matado…
-
Axel… ¿Qué has hecho?- Paula susurra,
preocupada, y hace la misma prueba que yo, y el mismo resultado…- ¿La has
matado? Dios, Axel…
-
¡Yo no quería matarla, joder!- lloro como nadie
antes había llorado, con las manos aún en la cara, sin poder ver nada.
No hablo más. No quería. Yo no quería. Esto no tendría que
haber pasado. Era una zorra asquerosa, pero mi conciencia… Me derrumbo. El tiempo
se para y solo existen mis lágrimas y yo. He matado a alguien, a una persona…
-
Axel, tenemos que irnos…-Paula me coge del
hombro y me intenta levantar.
-
¿Irnos? ¿Y dejarla? Pero…
-
Está muerta Axel. No podemos hacer nada. Tenemos
que irnos antes de que alguien nos vea. Nos meteríamos en problemas. Venga,
Axel. ¡MUEVETE, JODER! ¡¿O QUIERES QUE NOS METAN EN UN CENTRO DE MENORES?!-
Paula me grita y me lleva a rastras.
Me levanto y me suelto de Paula. No sé qué es mejor o peor,
pero no quiero que nos metan en un centro de menores. Estoy perdido. No sé qué
hacer. Así que, ante tan sólo una opción, corro con Paula hacia algún sitio
donde todo esto no esté.
Melanie... No... No... NOOOOOOOOO =''''''''''(
ResponElimina